Por: Israel Regino Islas Barajas
El 24 de Junio del 2020, la empresa Bayer anunció un acuerdo para dar fin, de una vez por todas, a los litigios activos y posibles cuyo argumento central es que la sustancia activa de una de sus marcas de herbicidas más vendidos en todo el mundo, el Roundup es cancerígena: se trata del glifosato. La farmacéutica Bayer adquirió este gran conjunto de litigios al comprar a Monsanto en 53, 373 millones de dólares, sin embargo, la marca Monsanto fue desaparecida por Bayer pues se trata de una de las empresas con peor imagen corporativa en todo el mundo ya que también se trataba del mayor productor de semillas transgénicas del mundo. Es a partir del 2015 que la International Agency for Research on Cancer (IARC), organismo de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cambia la clasificación del glifosato como “probablemente cancerígeno para humanos Grupo 2A”, lo cual se basa en evidencia limitada en humanos, es decir, exposiciones que de hecho ocurrieron, y evidencia suficiente de cáncer en animales experimentales, o de estudios “puros” de glifosato. Por lo que la IARC concluyó que hay una fuerte evidencia de genotoxicidad del glifosato.
La clasificación anterior permitió que los jueces en Estados Unidos comenzaran a emitir sentencias a favor de las personas demandantes, por ejemplo, el pago de 289 millones de dólares a un jardinero afectado por el linfoma no Hodgkin, aunque después la sentencia se redujo a 78 millones. Posteriormente, como tercer fallo en contra, se sentenció a la empresa Monsanto a pagar 2,000 millones de dólares a una pareja de estadounidenses enfermos de cáncer. No obstante, para estos juicios ocurridos entre 2018 y 2019, la empresa Monsanto continuaba sencillamente negando que existiera evidencia científica que sustentara las decisiones judiciales. En estos meses se trataban aproximadamente de 13,400 demandas.
Varios meses después, y con más de 125,000 litigios activos, Bayer anuncia un acuerdo través de la página http://www.glyphosatelitigationfacts.com/main/ creada específicamente para proveer información sobre la litigación de Monsanto. Se trata del pago total de entre $10.1 y $10.9 billones de dólares para resolver litigios actuales y potenciales. En el acuerdo de Bayer, se indica que quienes participen tendrán que desestimar sus casos o bien, en el caso de que aun no estén activos, no realizarlos. Además, la farmacéutica incluye la creación de un Panel científico independiente cuya misión será determinar si el Roundup puede causar linfomas no-Hodking y, si es el caso, determinar cuáles son los niveles mínimos de exposición. Además, financiará investigación para el tratamiento de linfomas de este tipo y brindará pagos asistenciales a los miembros que desarrollen cáncer antes de la determinación del panel científico. A la par de estas propuestas, le asegura a sus clientes que utilizan herbicidas la disponibilidad de Roundup aun cuando el acuerdo se encuentre activo.
Así, John Beisner, consultor de Bayer, asegura que está convencido que este plan provee de una solución comprensiva y razonable a los problemas complejos que se han presentado. Werner Baumann, CEO de Bayer, indica que la compañía se funda en el bienestar de sus clientes pues se basa en el mejoramiento de la salud de las personas a través de la ciencia, teniendo una gran empatía con aquellos que sufren de enfermedades y entienden su búsqueda por respuestas. Sin embargo, afirma Baumann, que el Roundup no causa cáncer y no es responsable de sus enfermedades. Agrega que buscan poner en curso el futuro de la compañía derribando los retos en nutrición y salud, pues se estiman 10 billones de personas para el 2050 de los cuales gran parte serán mayores de edad.
En el caso de América Latina se estima que, para el 2015, México contribuyó en 26% de los 995 millones de euros facturados por la farmacéutica Bayer, es decir, 750 mil millones de pesos que, en comparación con Walmart de México y Centroamérica, es 1.5 veces más grande. Tanto México como Brasil representan mercados atractivos para Bayer debido a su demografía e instituciones de salud, comenta Alejandro Martín, vicepresidente de acceso de mercados y asuntos gubernamentales de Latinoamérica de Bayer. En México cuentan con aproximadamente 3 mil empleados, contando con oficinas corporativas en la CIudad de México, 7 plantas de producción de medicamentos, ingredientes activos, productos biológicos agrícolas, acondicionantes de semillas de maíz, un sitio en Chiapas donde se producen semillas de hortalizas y un centro de innovación tecnológica.
En México, el CONACYT, a través de la Comisión Intersecretarial de Bioeguridad de Organismos Genéticamente Modificados, emitió un comunicado en donde se repasan los daños hacia la salud y sobre los ecosistemas que causa el uso de glifosato, preparando el camino hacia la erradicación de su uso:
“Además de los graves efectos a la salud, el uso indiscriminado de glifosato también ha causado problemas ambientales con efectos directos e indirectos que han impactado tanto en la biodiversidad como en las cadenas alimentarias. Las funciones de los insectos en los ecosistemas, como los servicios naturales de control de plagas y la polinización, se ven comprometidas por la eliminación de vegetación por efecto del glifosato, ya que algunas plantas son esenciales para la mayoría de las especies que realizan estos servicios ambientales”, se lee en el comunicado.
2024 es el año en el que se logrará la prohibición total del glifosato, afirma la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, aunque ya hay acciones que se han tomado. Por ejemplo, en noviembre del 2019 se negaron las importaciones de mil toneladas de glifosato. Hay muchas alternativas que los campesinos y comunidades indígenas han aplicado desde hace miles de años y son estas alternativas las que se analizarán para su uso a gran escala. Añade que se preparan campañas informativas con distintos productos y en diferentes idiomas de México para que las comunidades y las personas puedan tomar sus propias decisiones. A través de su página oficial, ya hay un video disponible en el que indican los riesgos para los agricultores, sus familias y el resto de la población que consume los alimentos en los que se utilizó algún pesticida con glifosato.